3- Regar la Raíz


Lloraba, lloraba un niño
Al ver tanto dolor:
A enfermos, viejos, mendigos,
Envidias, odio, rencor

“¿Cómo puedo aliviarlos
Si tan sólo un niño soy?...”
Mirando el cielo estrellado
Lanzaba este clamor

“¿Cómo aliviar cada estrella
Y darle brillo al sol?
Mi vida es una centella
De fugaz y escaso fulgor

Mi corazón no tolera
Dolor en ningún rincón
¡Cuánto borrarlo quisiera
De toda la creación!

¿Habrá actividad alguna
Que pueda yo hacer,
Sea simple, práctica, pura
Y quite todo padecer?

“Sólo encontró las respuestas
De los intentos fallidos
Con que el mundo contesta
Creando mayores líos

Más como nunca se deja
Solitario el corazón
Para atender su queja
Le envió un guru el Señor

“¡Oh sabio! Por favor dime
¿Cómo traer redención?
¿Hay solución posible
Entre tan fallida acción?

Todo acto es egoísta
Y busca el propio placer
Los hombres no practican
El universal deber

Muchos remedios crean
Peores que la enfermedad
Y entre mil planes se enredan
Ignorando la verdad...”

El sabio tomó su mano
Y a un gran bosque lo llevó
“Mira, mira a cada árbol
Cómo los sustenta Dios

Agua echando a su raíz
No a sus ramillas y hojas
Lo substancial hay que servir
Sin desviarse a otras cosas

La raíz de toda vida
Es el Señor del universo
Y quien a Sus pies sirva
Dejará a todos contentos

De El viene toda belleza,
Sostén, amor, armonía
Todo en El es pureza,
¡Sus dotes nunca terminan!

Cualquier bien que el mundo muestra
Tan sólo en El se origina
Aquí sólo ves las pepas
Pero El es la misma mina

El siempre ansía dar
Como el árbol sus frutos
Sólo lo tienes que adorar
Y buscar un buen refugio

Si todo el mundo hiciera esto
¡Otras noticias habrían!
Sé tú el primer ejemplo
Como un faro que ilumina...”

Mucho mucho le habló el sabio
Muchas palabras de miel
Que el niño escuchó deseando
Volverse un hombre de bien

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