19- El Erudito y el Botero


A orillas de un río sagrado
Un botero cruzaba a la gente
Humilde, sencillo, callado
Así vivía en forma decente

Y aconteció que un día cualquiera
Subió a su bote u gran erudito
Y mientras iban a la otro ribera
Haciendo alarde este hombre le dijo:

“¿Qué sabes, amigo, de la fauna
Que en tu propio habitat te rodea
Rico es aquí en especies extrañas
Tienes de esta ciencia alguna idea?”

“No tengo información detallada
De sus organismos y funciones
Sólo sé, que cual nosotros, son almas
Y que so nuestros hermanos menores”
“¡Mas eso en nada es saber suficiente!
Aprende de sus clases, tipos, costumbres
Si nos sirven sus pieles, huesos o dientes
Ya como adornos, jabón o perfumes

Los debemos conocer y dominar
Y sacar provecho de todos ellos
De lo contrario, ¿para que están?
Dios los creó para que los gocemos...”

“No lo veo así mi buen señor
Más bien cada uno con su espacio
Habiendo mutua cooperación
Debemos estrechar nuestros lazos

Ayuda al caballo en las faenas,
El perro avisa, el gallo despierta
Las vacas nos dan la leche buena
Y ara el buey para que halla cosecha

La mariposa y la abeja fecundan
La lombriz oxigena la tierra...
Nuestras deudas hacia ellos abundan

“¡Estos son sólo conceptos vagos¡
Con romanticismos nada camina
No tienes de fauna nada claro
¡Has perdido el cuarto de tu vida!

Pero dime mi buen botero ahora
Ya que vives en esta bella selva
Si dominas la ciencia de la flora
Si sabes de plantas ,flores y hierbas...

“Sé sólo lo que cualquiera sabe:
Las ofrezco yo al Señor
Hay hierbas que cucar muchos males
Y hojas sanas y de buen sabor...”

“¡Pero eso no es ni el abc siquiera!
¡Esta es ciencia de gran profundidad!
¡Cuantas variedades hay! ¡Supieras!
Ya perdiste de tu vida la mitad

¿Y qué sabes de corrientes y vientos
Tú que cruzas este río años ya?
¡Sabes como grandes hombres de talento
Sacan del agua la electricidad?
Si no lo sabes, te digo , lo siento
Son tres cuartos de vida que se te van...”

“En verdad no entiendo mucho de eso
Pero sí ahora le puedo afirmar
Que a juzgar por estos mismos vientos
Se avecina una fuerte tempestad...”

Dicho y hecho, de acuerdo al botero
Se desató un terrible oleaje
Que sumió al erudito en mareos
Poco antes que el bote voltease

“¡No sé nadar! Gritó en gran agonía
Este hombre mientras tragaba agua
“Pues perdiste el total de tu vida”
Le gritó el botero que nadaba

Así muchos cultivan las ciencias
Que no cruzan este océano de muerte
Y se jactan de sus varias experiencias
Mas en frágiles barcazas perecen.

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