16- Los Cuervos y los Cisnes


Una pareja de cuervos
Aconteció cierto día
Que tuvieron seis pequeños
Padre y madre por familia

Mas entre estos con espanto
Y cual no fue su estupor
Notaron que uno era blanco
Por arreglo del Señor

Aún así encantados
Con sus seis pequeños
Con muchos cuidados
Criaron sin sosiego

Pasado ya cierto tiempo
Aprendieron a volar
Mas el blanco en su talento
Superaba a los demás

Al enseñarles de a poco
A leer los padres mismos
Vieron que este hijo muy poco
Gustaba de los libros

“¿Porqué no quieres conocer
El profundo y gran acerco
De saber que a nuestro haber
Nos dejaron otros cuervos ?”

“No puedo encontrar placer
En libros que sólo me hablan
De ciencia, sexo o un saber
Que nada enseña del alma...”

Deseando un día que ellos
Aprendieran a comer
Volaron a un basurero
A que aprendan a escoger

“Mira como tus hermanos
Esta basura se pelean
¿Por qué tu eres tan extraño
Y nada gustas ni deseas?

Ni televisión ni cine
Ni revistas ni apuestas
Nada hay aquí que atine
A darte gusto ¡ni las fiestas!

Cuando queremos estar
Tranquilos en el pasaje
Pronto deseas volar
Y buscar otros parajes

Que convivas con nosotros
No me parece bueno
Vive sólo o con otros
Tu no sirves para cuervo...”

Quedó así el cisne blanco
Solo y en dolido llanto...
Fue a lugares apartados
De hierba verde y lagos claros...

Y cuando ya aceptaba
Una vida solitaria Vio con gozo se acercaba
Una blanca bandada

Y con ella se fue volando
A limpios y azules cielos
Que no alcanzan ni soñando

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